La noche de todos los Santos
En la víspera del 1 de Noviembre se sitúa la Nueche de Tolos Santos
(Noche de Todos los Santos): Tras la puesta de Sol, las fronteras que
separan el mundo de los vivos del de los muertos se difuminan, y nos
vemos invadidos por las almas de los antepasados y por los espíritus
infernales de la noche.
En la vigilia de Tolos Santos se celebra el Magüestu de Difuntos,
que es la recogida y asado de las castañas en el campo, junto a una
hoguera. Todos los miembros de la familia se sientan alrededor de la
lumbre y tras acabar, las castañas que sobran se tiran al suelo diciendo
¡Esto ye pa que coman los difuntos! .
Tras la cena, llega la llamada ronda de las ánimas benditas, que consiste en dedicarles a éstas un padrenuestro. En este sentido, los asturianos del ámbito rural son muy respetuosos con las almas de los antepasados, y así, en el aniversario de la muerte de una persona, se celebra un banquete en su honor, en el cual se deja un sitio vacío, reservado para el difunto.
Esta misma noche se encienden pequeñas lamparillas, sobre cazuelas de
aceite; y cada una de ellas se enciende por el ánima de un difunto. La
primera lamparilla que se apaga indica que el alma por la cual se ha
encendido acaba de salir del Purgatorio. Si este muerto no necesitaba
esta luz por estar ya en el cielo o en el infierno, la lamparilla arde
por la alma más necesitada de las demás.
Por los caleyos (senderos) también deambulan los difuntos y mucha gente coloca en los cruces de caminos calabazas huecas con una cara recortada, que representan el alma de un muerto. Es peligroso salir por la noche en esta fecha, pues por todas partes puede encontrarse uno con la güestia, como les sucedió a unos pescadores de Cuideiru, que vieron desde el mar a esta fantasmagórica procesión caminar junto a la costa.
En la mañana siguiente, las familias van al cementerio a visitar a sus parientes difuntos, a los cuales ofrecen una rama de texu, que les servirá para regresar al Más Allá. Además, en muchas partes de Asturias los campesinos no trabajarán la tierra este día, por respeto y reverencia a los difuntos.
Por los caleyos (senderos) también deambulan los difuntos y mucha gente coloca en los cruces de caminos calabazas huecas con una cara recortada, que representan el alma de un muerto. Es peligroso salir por la noche en esta fecha, pues por todas partes puede encontrarse uno con la güestia, como les sucedió a unos pescadores de Cuideiru, que vieron desde el mar a esta fantasmagórica procesión caminar junto a la costa.
En la mañana siguiente, las familias van al cementerio a visitar a sus parientes difuntos, a los cuales ofrecen una rama de texu, que les servirá para regresar al Más Allá. Además, en muchas partes de Asturias los campesinos no trabajarán la tierra este día, por respeto y reverencia a los difuntos.
PAPÓN
También llamado Coco o Rampayu,
es una criatura maligna que viene cada noche a comerse a los niños
malos que no quieren dormir. De ahí que las madres, todas las noches no
dejen de repetirles a sus hijos "duérmete niño, que viene el coco".
Un pariente suyo muy cercano es L’Home l’Untu, también llamado el "sacamantecas", que se dedica a raptar niños en la oscuridad para sacarles la grasa.
Y es que la oscuridad es propicia para la aparición de todo este tipo de personajes.
Y es que la oscuridad es propicia para la aparición de todo este tipo de personajes.
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