FENÓMENOS EXTRAÑOS EN TIRO PICHÓN
Desde los municipios cercanos, se contempla el perfil recortado de
esta construcción con el respeto e incluso el miedo que inspiran las
historias que de él se cuentan y que ocurren en su interior. “El Tiro” ó
“Tiro Pichón” es una edificación que data de principios del siglo XX,
construido, en piedra y ladrillo, por el prestigioso arquitecto
sevillano Aníbal González pensando en la familia del monarca Alfonso
XIII.
|
En el municipio onubense de Jabugo, aguantando impertérrito el paso
del tiempo, se levanta desafiante el imponente edificio conocido como
“Tiro Pichón”.
|
|
|
Ante este interés de los monarcas por la zona, Sanchez-Dalp no dudó
en construir para ellos un pabellón de caza donde el monarca y su
familia pasaran largas temporadas estivales practicando el tiro del
pichón, una moda procedente de Europa y que causaba furor entre las
clases más pudientes desde el siglo XIX. La familia Real encontró en
este rincón onubense un espacio para el descanso, especialmente las
infantas doña Beatriz y doña Cristina hasta que en 1931 tras la
proclamación de la II República, tuvieron que exiliarse a Roma.
Está situado en lo alto de una de las colinas de Jabugo y era
visitado por los miembros de la Corte de Madrid para disfrutar del tiro
al pichón. Fue ampliado más tarde añadiéndole un ala que hoy día tiene
como finalidad acoger campamentos infantiles durante las vacaciones de
verano. Es además, en El Tiro, donde comienza todos los años la
Cabalgata de Reyes, lo que constituye un espectáculo lleno de color y
magia.
Hoy en día, el propietario de este magnifico edificio es el
ayuntamiento de Sevilla y es que para su construcción, el marqués de
Aracena pidió un préstamo al consistorio hispalense. Con el paso de los
años el crédito no fue devuelto y el ayuntamiento de Sevilla ejerció su
derecho y se quedó con la titularidad. En años posteriores el edificio
sufrió reformas siendo la de mayor importancia la ampliación que se le
hizo en 1941.
Según el investigador e historiador local Jorge Medina Bernabé,
mientras se documentaba para uno de sus libros sobre la Sierra de
Aracena, algunos vecinos de Jabugo le relataron una serie de fenómenos
misteriosos que se producían en el edificio Tiro Pichón. Desde la visión
de seres o siluetas luminosas en sus ventanas hasta la grabación en su
interior de psicofonías y ruidos extraños. “Continuamente te sientes
vigilado, acosado, e incluso puedes escuchar como te llaman voces de
otros tiempos en un lugar en el que tienes la certeza de estar solo… Mi
experiencia allí fue inusual, escuchar: “Jorge, acércate”, clara y
definidamente, es motivo suficiente para hacerme regresar sobre mis
pasos y salir de allí. Tan interesante me pareció que decidí incluir una
reseña en mi libro”.
Ángel Rodríguez un vecino de la localidad relataba para “Más
Allá”: ”En tiempos de mi abuelo vino el rey, Alfonso XIII, a hacer una
visita a la Sierra, se detuvo en la “Gruta de las Maravillas” y en las
cercanías de Jabugo hizo la observación de lo bello e idílico del lugar
para un pabellón de caza, al poco se comenzó a construir pero con el
tiempo y la Guerra Civil el edificio ha tenido muchos usos, ha sido
Sanatorio, Hospicio-Colegio e incluso albergó salas para enfermos
mentales… En su interior se escuchaban unos chillidos que ponían los
pelos de punta e incluso, dicen, se registraron fallecimientos”.
Dentro dicen que habita el fantasma de un viejo guardes que en
vida prometió guardar y vigilar siempre el edificio y mantuvo su promesa
hasta el día de su muerte, ahora muchos han visto su espectro en el
interior. Ángel Rodríguez, afirmaba al respecto:”Los hijos de mi
compadre se acercaron allí un día para hacer el juego del vaso y
tuvieron un encuentro más que terrorífico, algo al final de un pasillo
comenzó a aparecérseles, era un fantasma, lo pasaron muy mal, quizás les
pasó por “jugar” con lo que no debían en el sitio que en el pueblo se
sabe que no se debe de “jugar” jamás…”.
Enrique Santos uno de los jóvenes que jugó a la OUIJA en Tiro Al
Pichón, relataba así su experiencia:”Pues fue una tarde-noche en la que
decidimos ir para hacer una ouija ,ya nos habíamos metido antes en el
cementerio, otros días, y en la ermita, pero un amigo nos comentó que
había escuchado en el bar donde trabaja que unos clientes habituales
habían visto la noche anterior una silueta luminosa, como una persona
pero que irradiaba luz paseando por las ventanas delanteras del
edificio, dijeron que un fantasma y así, decidimos ir a ver si
contactábamos con él. Llegamos y nos pusimos en el ático, allí aparte de
los pájaros no había nada más, pusimos velas y comenzamos a invocar, no
parecía suceder nada pero al cabo de la hora o así, en un rincón del
ático comenzamos a sentir como una caja de música, todos nos miramos
extrañados y sin casi pasar el tiempo algo comenzó a subir las
escaleras, se sentía perfectamente, era un paso corto, pausado pero sin
interrupciones, se acercaba más y más hasta que se detuvo… Nos puso muy
nerviosos por que era la salida más cercana, y al final de aquella
habitación comenzó a “dibujarse” la forma de una persona, poco a poco y
surgiendo de la nada, nos miraba con severidad, no quisimos dar tiempo a
que ocurrieran más cosas y salimos corriendo de allí,… aquella misma
noche quemamos la ouija, fue suficiente, ese edificio está encantado”.
Otro testimonio el de Francisco Márquez relataba lo siguiente acerca
del lugar: ”Es un lugar maldito, yo entré un Domingo al mediodía y sentí
como un llanto, un quejido lastimero, creí que era algún gato herido o
atrapado y fui a ver si podía hacer algo, cuando entré en aquel lugar
las puertas comenzaron a abrirse y cerrarse como si alguien las cerrara y
abriera pero allí estaba yo solo… Me comenzaron a caer almohadas
,vamos, me tiraban almohadas por que allí estaba yo solo, fueron los
peores momentos de mi vida…”.
Sin duda el lugar resulta de lo más interesante para cualquier
investigador del misterio, si realmente son ciertos todos los fenómenos
extraños que allí se producen.
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario