Historia
Desde el principio de la humanidad, el hombre siempre ha sentido una irremediable atracción hacia los poderes oscuros de la naturaleza y hacia divinidades no sólo benignas sino también diablos y demonios pertenecientes al mundo del mal y de las sombras
Lucifer, Satanás o Belcebú son sólo algunos de los nombres de la divnidad con la cual según muchas historias y leyendas se ha pactado o se han oído relatos de cómo invocar al diablo.
Según Ez. 28: 12-15, era el ángel (querubín) que guardaba el trono del Dios Yahvé, pero por su orgullo de querer convertirse en otro dios fue arrojado del cielo junto a una tercera parte de los ángeles (Ap 12:3-4).
INVOCAR AL DIABLO
Por ejemplo según el texto de "Enchiridión" del Papa León III:
El dia uno de Noviembre, a las doce de la noche, encierrate en una habitación. Estará toda cubierta de paños negros y tendrá por único mueble una mesa de tres pies. Coloca sobre la mesa dos cirios de cera encendidos y, en medio de ellos, un cráneo humano. Desnúdate por completo, y en pie, con la mano izquierda sobre la calavera y sosteniendo en la derecha un tridente, elevarás la vista al techo de la habitación, que también estará cubierto con un paño negro, y pronunciarás mentalmente esta frase:
Rey de los infiernos, poderoso señor a quien el mundo
rinde culto. Tu que dominas desde los antros tenebrosos del infierno
hasta la superficie de la tierra y sobre las aguas del mar. Tu espíritu
infernal todo lo puede. Yo te adoro, te invoco, te pido y exijo, después
de entregarte mi alma para que de ella dispongas, que abandones las
regiones infernales y te presentes aquí dispuesto a concederme lo que te
pida. Rey de los infiernos, de todo corazón y con el alma condenada te
entrego mis tesoros, mi dicha entera sí accedes a mis ruegos. Ven a mi,
rey y señor, soy tu siervo, ninguna imagen o objeto religioso hay en mi
casa.
Rey de los infiernos, preséntate sin temor a ser
desobedecido, desciende, penetrame con tu luz, lanza tu sombra
majestuosa sobre tu esclavo. Maldito, maldito, maldito sea el dia en que
sobre mi cabeza derramaron agua bendita. Satán mi rey, Satán rey de los
reyes, soy tuyo y quiero ser tu esclavo. Satán, mi rey y señor, invoco
tu presencia ante mi.
Según este texto, concluida esta invocación se traza con el tridente un triángulo en el aire y el diablo aparece dentro de las tres líneas sobre un foco de luz.
Cabe destacar que este tipo de rituales son considerados burdos y
absurdos por gran parte de la población,y es que no deja de ser un
ámbito demasiado subjetivo y fantástico como para creer en ello.
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