martes, 13 de noviembre de 2012

INVOCAR AL DIABLO

Invocar al diablo. Peligro y consecuencias
Invocar al diablo. Peligro y consecuencias


Historia



Desde el principio de la humanidad, el hombre siempre ha sentido una irremediable atracción hacia los poderes oscuros de la naturaleza y hacia divinidades no sólo benignas sino también diablos y demonios pertenecientes al mundo del mal y de las sombras




Lucifer, Satanás o Belcebú son sólo algunos de los nombres de la divnidad con la cual según muchas historias y leyendas se ha pactado o se han oído relatos de cómo invocar al diablo.



En el Nuevo Testamento se explica el origen del Diablo como uno de los ángeles de Yahvé que se hizo malvado (Juan 8:44). Se infiere que es una criatura espiritual de la familia angélica de Yahvé Dios (Job 1:6). Según manuscritos antiguos (como la Biblia Vulgata Latina de San Jerónimo), el nombre real de él en el cielo era Lucifer y se le cambió el nombre a Satán o Satanás (adversario) por estar en contra de Dios, a causa del deseo por la adoración que todas las criaturas inteligentes rendían al Creador (Mateo 4:9).
Según Ez. 28: 12-15, era el ángel (querubín) que guardaba el trono del Dios Yahvé, pero por su orgullo de querer convertirse en otro dios fue arrojado del cielo junto a una tercera parte de los ángeles (Ap 12:3-4).

 

INVOCAR AL DIABLO 

 Según dicen,  invocar al diablo puede hacerse de varias formas, "El Libro de Thot", "Las Clavículas de Salomón" o los textos revelados de Nicolás Flamel en "La Cábala", "Los Secretos" del Gran Alberto y, con ligeros cambios, en muchos otros textos fundamentales del ocultismo aparecen las pautas para llevar a cabo el ritual.
Por ejemplo según el texto de "Enchiridión" del Papa León III:


El dia uno de Noviembre, a las doce de la noche, encierrate en una habitación. Estará toda cubierta de paños negros y tendrá por único mueble una mesa de tres pies. Coloca sobre la mesa dos cirios de cera encendidos y, en medio de ellos, un cráneo humano. Desnúdate por completo, y en pie, con la mano izquierda sobre la calavera y sosteniendo en la derecha un tridente, elevarás la vista al techo de la habitación, que también estará cubierto con un paño negro, y pronunciarás mentalmente esta frase: 
 
 


Rey de los infiernos, poderoso señor a quien el mundo rinde culto. Tu que dominas desde los antros tenebrosos del infierno hasta la superficie de la tierra y sobre las aguas del mar. Tu espíritu infernal todo lo puede. Yo te adoro, te invoco, te pido y exijo, después de entregarte mi alma para que de ella dispongas, que abandones las regiones infernales y te presentes aquí dispuesto a concederme lo que te pida. Rey de los infiernos, de todo corazón y con el alma condenada te entrego mis tesoros, mi dicha entera sí accedes a mis ruegos. Ven a mi, rey y señor, soy tu siervo, ninguna imagen o objeto religioso hay en mi casa. 

 


Rey de los infiernos, preséntate sin temor a ser desobedecido, desciende, penetrame con tu luz, lanza tu sombra majestuosa sobre tu esclavo. Maldito, maldito, maldito sea el dia en que sobre mi cabeza derramaron agua bendita. Satán mi rey, Satán rey de los reyes, soy tuyo y quiero ser tu esclavo. Satán, mi rey y señor, invoco tu presencia ante mi.


 


Según este texto, concluida esta invocación se traza con el tridente un triángulo en el aire y el diablo aparece dentro de las tres líneas sobre un foco de luz.




Cabe destacar que este tipo de rituales son considerados burdos y absurdos por gran parte de la población,y es que no deja de ser un ámbito demasiado subjetivo y fantástico como para creer en ello.



No hay comentarios:

Publicar un comentario