domingo, 16 de diciembre de 2012

LÚGH, EL DIOS DE LA LUZ

LÚGH, EL DIOS DE LA LUZ

LA ROMÁNTICA LEYENDA DE UNA TUMBA ANTROPOMORFA 
    Hace algún tiempo, en su afán de maravillarme con el paisaje de Covelo, mi amigo Pepe Costas, el alcalde, hizo que me encaramara a la loma donde se erigió una capilla a la Virxe da Xestosa.
      Está enclavada en la Serra do Suido y a pocos metros nace el río Tea. Llegar es complicado pero merece la pena por dos motivos: por la perspectiva que alcanzas y por la mitología que envuelve este lugar.
      Por lo de pronto no ves ni un alma ni una sola construcción en muchos kilómetros a la redonda, pero tiene la zona ese halo milagreiro, de misterio, que rodea a todas las creencias populares de esta Galicia Única.
      La capilla es sobria, una construcción pobre y sin más interés arquitectónico que la curiosidad que despierta el saber quien tuvo la ocurrencia de erigir aquí este templo. Al parecer se levantó a principios del siglo IX pero este lugar, dicen los cronistas paganos, ya era para los galaicos y los celtas un sitio de culto.
      Aquí adoraban al Dios Lúgh, que iluminaba el Mas Allá desviando los rayos del sol al que confundía con la niebla de los ríos próximos, que trepaba hasta las nubes por las laderas del Suido.
      Lúgh tuvo una gran descendencia según la mitología galaica y aún hoy pasean por la sierra, cuando el sol se esconde, el Dios, sus hijos y los hijos de sus hijos, disfrutando de la inmortalidad. Yo, sinceramente, no les he visto en aquella ocasión pero mi amigo Xesús Lence, el cabrero de Avión, dice que incluso habla con ellos cuando está de pastoreo. Y es lógico que hables con los dioses sino tienes humanos con los que conversar.
      Poca gente de Covelo cree en los dioses galaicos pero sí hay quien piensa que la Virxe da Xestosa es muy milagreira; y que es ella la que se encarga de llenar de agua una tumba antropomorfa que se encuentra junto a la capilla para que sus fieles curen las enfermedades de la piel.
 
    Personalmente me gusta más la versión de mi inolvidable amigo y profesor Xaquín Lorenzo “Xocas”, por romántica… y porque encaja más en el carácter galaico, dado a creer más en la belleza y el amor que en la religión.
    Los montes se habían vestido de “obispo” aquella primavera y nunca las carqueixas habían recubierto la sierra con tal manto morado. En los alrededores de su altar, habían crecido las “mapoulas” y los campos bajos estaban llenos de flores silvestres.
    Pero si el paisaje era increíblemente bello más hermosa aún era aquella humana hembra que se bañaba desnuda en las fuentes del Tea, ajena a la mirada de su Dios de la Luz… Ocurrió entonces que Lúgh cobró forma humana para hablarle y enamorarla.

    Alba quedó prendada de Lúgh y viceversa. Hicieron el amor hasta que llegó la noche y Lúgh hizo que brillara la oscuridad. Y así ocurrió días y días hasta que Alba parió con dolor el único hijo muerto de un dios inmortal…
     Al abrazarlo Alba murió de dolor  y el “Dios de la Luz”, apesadumbrado, no pudo iluminar el Mas Allá. Alba con su hijo muerto entre sus brazos, fue sepultada en la roca, cerca del altar donde los humanos seres adoraban a su protector… que nunca volvió a tener relaciones con otras diosas, sobre todo con Brigid, la divinidad irlandesa del fuego y la poesía aquí llegada por el amor de Lúgh.
     Se dice que en venganza, Brigid descubrió el sarcófago de piedra, quemó los cadáveres y dejó en el hueco un  fuego permanente que se encargaría Lúgh de apagar con agua, por los siglos de los siglos…

     Esta es la leyenda que la Arqueología situaría no más allá de la invasión visigótica, pero no me negaréis que esta mi gente de la mitología de mis orígenes y los primeros humanos que poblaron mi Tierra fueron también gente única.
 
ARTÍCULO DE MARAVILLAS DE GALICIA:http://www.productosgallegosartesanales.com/

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