LÚGH, EL DIOS DE LA LUZ
LA ROMÁNTICA LEYENDA DE UNA TUMBA ANTROPOMORFA
Hace algún tiempo, en su afán de maravillarme con el paisaje de Covelo, mi amigo Pepe Costas, el alcalde, hizo que me encaramara a la loma donde se erigió una capilla a la Virxe da Xestosa.
Está enclavada en la Serra do Suido y a pocos metros nace el río Tea.
Llegar es complicado pero merece la pena por dos motivos: por la
perspectiva que alcanzas y por la mitología que envuelve este lugar.
Por
lo de pronto no ves ni un alma ni una sola construcción en muchos
kilómetros a la redonda, pero tiene la zona ese halo milagreiro, de
misterio, que rodea a todas las creencias populares de esta Galicia Única.
La
capilla es sobria, una construcción pobre y sin más interés
arquitectónico que la curiosidad que despierta el saber quien tuvo la
ocurrencia de erigir aquí este templo. Al parecer se levantó a
principios del siglo IX pero este lugar, dicen los cronistas paganos, ya
era para los galaicos y los celtas un sitio de culto.
Aquí adoraban al Dios Lúgh, que iluminaba el Mas Allá
desviando los rayos del sol al que confundía con la niebla de los ríos
próximos, que trepaba hasta las nubes por las laderas del Suido.
Lúgh
tuvo una gran descendencia según la mitología galaica y aún hoy pasean
por la sierra, cuando el sol se esconde, el Dios, sus hijos y los hijos
de sus hijos, disfrutando de la inmortalidad. Yo, sinceramente, no les
he visto en aquella ocasión pero mi amigo Xesús Lence, el cabrero de Avión,
dice que incluso habla con ellos cuando está de pastoreo. Y es lógico
que hables con los dioses sino tienes humanos con los que conversar.
Poca gente de Covelo cree en los dioses galaicos pero sí hay quien piensa que la Virxe da Xestosa
es muy milagreira; y que es ella la que se encarga de llenar de agua
una tumba antropomorfa que se encuentra junto a la capilla para que sus
fieles curen las enfermedades de la piel.
Personalmente me gusta más la versión de mi inolvidable amigo y profesor Xaquín Lorenzo “Xocas”, por romántica… y porque encaja más en el carácter galaico, dado a creer más en la belleza y el amor que en la religión.
Los
montes se habían vestido de “obispo” aquella primavera y nunca las
carqueixas habían recubierto la sierra con tal manto morado. En los
alrededores de su altar, habían crecido las “mapoulas” y los campos
bajos estaban llenos de flores silvestres.
Pero si el paisaje era increíblemente bello más hermosa aún era aquella humana hembra que se bañaba desnuda en las fuentes del Tea, ajena a la mirada de su Dios de la Luz… Ocurrió entonces que Lúgh cobró forma humana para hablarle y enamorarla.
Alba quedó prendada de Lúgh y viceversa. Hicieron el amor hasta que llegó la noche y Lúgh hizo que brillara la oscuridad. Y así ocurrió días y días hasta que Alba parió con dolor el único hijo muerto de un dios inmortal…
Al abrazarlo Alba murió de dolor y el “Dios de la Luz”, apesadumbrado, no pudo iluminar el Mas Allá. Alba
con su hijo muerto entre sus brazos, fue sepultada en la roca, cerca
del altar donde los humanos seres adoraban a su protector… que nunca
volvió a tener relaciones con otras diosas, sobre todo con Brigid, la divinidad irlandesa del fuego y la poesía aquí llegada por el amor de Lúgh.
Se dice que en venganza, Brigid descubrió el sarcófago de piedra, quemó los cadáveres y dejó en el hueco un fuego permanente que se encargaría Lúgh de apagar con agua, por los siglos de los siglos…
Esta
es la leyenda que la Arqueología situaría no más allá de la invasión
visigótica, pero no me negaréis que esta mi gente de la mitología de mis
orígenes y los primeros humanos que poblaron mi Tierra fueron también
gente única.
ARTÍCULO DE MARAVILLAS DE GALICIA:http://www.productosgallegosartesanales.com/
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