UN ROBOT HUMANOIDE
Los
creadores del proyecto Diego-San, un robot humanoide diseñado para
reproducir los gestos y el proceso de aprendizaje de un niño de 1 año,
han subido el primer vídeo a la red de su dispositivo. El resultado
confirma la teoría del Valle Inquietante, según la cual cuando un robot
actúa de forma parecida, pero no exacta, a los seres humanos, se produce
una respuesta de rechazo en el observador.
El proyecto,
desarrollado en la Universidad de California San Diego, implica a
científicos procedentes de campos que van desde la robótica y la
informática a la psicología del desarrollo. De hecho, parte del trabajo
pretende obtener resultados para conocer mejor cómo se produce esta
etapa temprana del desarrollo en los humanos.
El robot
reproduce la cabeza del bebé y tiene 44 juntas neumáticas y 27 partes
móviles que le permiten realizar gestos que imitan a los humanos.
Mediante sus cámaras de alta definición (situadas en los ojos), observa
el mundo, y gracias a una serie de algoritmos aprende de la misma manera
en que lo haría un bebé.
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