viernes, 28 de septiembre de 2012

ALGUNAS LEYENDAS GALLEGAS



Torre de Hércules


Hubo un gigante llamado Gerión muy poderoso y fuerte. Obligaba a sus súbditos a entregarle la mitad de sus bienes incluso sus hijos. Llegó a aquellas tierras Hércules y mandaron un enviado para pedirle ayuda. Hércules aceptó la demanda y retó a Gerión a luchar con él. Al cabo de una gran pelea Hércules mató a Gerión. Sobre su cuerpo levantó un gran túmulo que coronó con una gran antorcha. Luego hizo poblar una villa cerca del lugar y mandó que se escribieran los nombres de los que vinieran a poblarla. La primera persona que llegó fue una mujer de nombre Cruña y Hércules decidió que así se llamara la población. Coruña.
 
 


Vouvos a contar unha lenda que lei hai pouco :


" O tesoro da illa de Ons "


O veciño de 75 anos Xosé Lopéz García contoume que, estando de soldado na África, soubo que un mariñeiro da Arousa escoitou a un mouro falar de tesouros; achegouse a el e o mouro díxolle en segredo que na illa de Ons había unha fonte chea de caracoliños de ouro. Cando voltou cumprido, o mariñeiro aproveitou unha mañá que voltaba de pescar para facer recalada na illa e procurou a fonte. Encontrouna no lugar mesmo que o mouro dixera. Entón foi á Arousa, fretou unha dorna ben cumprida e de noite voltou para enchela de caracoliños: colleunos a mangados e íalles soprando un por un, e encheu a dorna de ouro facendose millomário.
 

MONTE PARALAIA EN MOAÑA:

Paralaia (piedra de piedra) es un monte de Moaña repleto de históricas fantásticas y leyendas en donde se dice que hay una cueva llena de tesoros con pasadizos subterráneos que llegan al mar. Cuenta la leyenda que la noche de San Juan es la noche perfecta para obtener alguno de los tesoros de la cueva porque esa noche las “mouras” y mujeres encantadas que allí habitan salen de la cueva para lavar y peinar sus largos cabellos.

Pero la magia de A Paralaia no se limita a la noche San Juan y así, se dice que dentro de la cueva hay una estatua de una mujer en la que está atrapado un marqués encantado por una moura. Para liberar al marqués es necesario que una joven virgen rompa la estatua por la mitad utilizando una espada que junto a ella se encuentra.

Otra leyenda sobre a Paralaia habla de princesas hechizadas convertidas en piedra que cada cien años recuperan su forma de mujer.
 
 

El herrero de Castrelos



CASTRELOS (Vigo):


Había en Castrelos un herrero que había dejado pasar su juventud sin fijarse en las mujeres pero, de anciano, se encaprichó en una joven muy cotizada por los chicos de la zona. El rico herrero consiguió una joya impresionante pero, al no lograr covencer a la joven, decidió encerrarla en su casa. La muchacha, muy religiosa, le pidió al herrero poder asistir a misa todos los días y éste, al ver que la iglesia estaba frente a su herrería, aceptó. Pero un día, una meiga se le apareció al herrero y le dijo que pronto moriría y su joven mujer encontraría a un joven hombre con quien se casaría. El herrero, invadido por los celos, cogió un hierro ardiente con el fin de deshacer el hermoso rostro de la mujer que se encontraba en la Iglesia de Castrelos orando. Pero Dios,para proteger a la mujer, decidió tapiar la puerta sur de la Iglesia con una pared de piedra que todavía hoy se conserva.
 
 

El milagro de Bouzas




En el momento en que el cuerpo del Apóstol Santiago llegaba a Galicia en barca se celebraba en Bouzas la boda de dos jóvenes. Entre los cantos y actividades que tenían lugar, unos hombres a caballo practicaban un juego que consistía en arrojar sus lanzas al aire y galopar para recogerla antes de que tocase el suelo. El novio, que participaba también en el juego, tuvo la mala suerte de que una vez tirada la lanza, su caballo galopando se adentrase en el mar y se sumergiese. Los presentes vieron con tristeza como del caballero y su caballo sólo quedaba una estela de espuma que se dirigía hacia la nave en la que viajaban los restos del Apóstol Santiago. Pero, milagrosamente, el novio y su caballo salieron del agua a la superficie recubiertos de conchas de vieira. En honor al milagro producido, desde entonces, todo peregrino camino de Compostela, lleva en su sombrero y en la esclavina de su sayal una concha de vieira.

"A Roda dos Rebolos"



En el lugar del pueblo de Coba, llamado "O Outeiro Grande" hay un círculo formado por robles (en gallego "rebolos") y en su centro una peña. Se le llama "A Roda Dos Rebolos".
Dícese que un hada vive dentro de ese círculo debajo de la peña y cuando sale al mundo exterior se forma como una muralla o pared mágica entre estos árboles que nada puede traspasar. También se dice que si estás dentro de este circulo mágico y el hada quiere, cierra la pared y nada ni nadie puede salir.

Cuéntase que hace muchas generaciones, un mozo en una fría noche de luna invernal huyendo de una manada de lobos que le perseguían desde la Fraga, acertó a pasar por la "Roda dos Rebolos" y se subió a la peña que está en su centro para, empuñando su lanza, poder defenderse mejor. Los lobos rodeaban el círculo de robles pero no se atrevían a acercarse, parece que tenían miedo, pero no del valor del hombre y de su lanza, sino de alguna fuerza del más allá. El hombre le tiró una piedra al lobo que estaba mas cerca con la intención de espantarlo, pero la piedra chocó contra una pared invisible entre dos robles y provocó una luz como la de un rayo pero sin trueno. Los lobos se espantaron tanto como el hombre y decidieron retirarse un trecho y esperar. Aunque el hombre intentaba permanecer en vela, no pudo evitar caer profundamente dormido. Cuentan que en su sueño vio una doncella muy bella, como un hada, que estirando los brazos en cruz gritaba "abre", y una pared sutil hecha como de viento que iba de árbol a árbol desaparecía. La doncella salió del circulo, y dirigiéndose de nuevo hacia el interior, levantando los brazos gritó, "pecha". La pared de viento volvió a aparecer.

Al amanecer se despertó sobresaltado, pero los lobos ya no estaban. El hombre lanzó otra piedra y temeroso del rayo ocultó el rostro entre sus brazos para protegerse, pero esta vez nada sucedió. Dudando, probó de lanzar otra piedra y pudo ver como pasaba entre los robles sin problemas. Se acercó muy despacio con su lanza bien aferrada. Pasó temeroso entre los dos robles entre los que antes estaba la mágica pared que producía rayos. Pudo llegar sano y salvo al Castro de Coba y contó lo que le había pasado.

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