Semana Santa
El
Domingo de Ramos es la puerta de entrada a la Semana Santa, una semana
envuelta en misterios y ritos ancestrales que han perdurado durante
siglos en nuestra comarca, ligados a ritos agrarios diversos, propios de
la época primaveral. Algunos de los principales misterios de la Semana
Santa en nuestra tierra los encontramos de mano del historiador Tomàs
Peris Albentosa, quien bucea en los orígenes y en la tradición de
nuestra Semana Santa.Para Peris, los actos religiosos tomaron gran
fuerza y fueron adquiriendo la fisonomía con la cual han llegado hasta
nuestros días.
El escritor, en su libro 'La
cultura popular', narra cómo la intencionalidad catequista de la iglesia
y el sentido participativo propio de las fiestas auparon las
representaciones teatrales de la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
Existen testimonios de estos espectáculos teatrales en L’alcudia,
Sueca, Alzira, Alberic, Guadassuar y Corbera.Con el paso del tiempo las
representaciones teatrales fueron perdiendo fuerza y los desfiles de
hermandades de cofrades con vestimentas lúgubres, que acompañaban a los
Pasos escultóricos tomaron el relevo y dieron el impulso definitivo a
las procesiones del Jueves y Viernes Santo.
A
principios del siglo XVI ya se celebraban en Alzira con gran arraigo. En
Carcaixent, la elitista cofradía de la Sang, en la que sólo se admitían
quienes pudieran acreditar se nobles o ciudadanos, organizaba las
procesiones centrales de Semana Santa.La bendición de la 'Salpassa' Para
otro escritor, J.E. Gonga, estos días se ven inmersos en las
propiedades mágicas que tienen las palmas bendecidas para esta ocasión,
la 'Salpassa' que protegerá las casa contra los malos espíritus, 'les
gràcies' especiales que tienen algunas personas y que sólo se pueden
transmitir algunos días de la Semana Santa o las indulgencias que se
aconsejan en los Vía Vía de los calvarios.
Se
trata, en definitiva, de un conjunto de creencias y costumbres agrarias
que, desaparecidas ya en su mayoría, encontramos durante todo el ciclo
festivo de la primavera. Una curiosa costumbre de la Semana Santa es la
utilización que se ha dado a las palmas y ramos de olivera que son
bendecidos este día. Existe la creencia generalizada en pueblos como
Alberic, Algemesí, Sueca o Almussafes entre otros, que las hojas de rama
bendecidas tienen propiedades protectoras contra cualquier mal, físico o
psíquico. El ramo se guardaba durante un año (que era el tiempo que
duraba su acción protectora) y, en caso de tormenta, se quemaba en la
puerta de la casa para conseguir que ésta se dispersara.Hoy, esta
tradición tan arraigada en otros tiempos, es prácticamente desconocida
para la mayoría de los ribereños actuales. Dentro de las creencias
simbólicas y mágicas nos encontramos, el Domingo Santo, con una
ceremonia que se celebraba en todos los pueblos de la Ribera: la
'salpassa'. La ceremonia consistía en una visita del cura, acompañado
por los escolanos, a todas las casas del pueblo.
En
ellas se montaba un altar cerca de la puerta que consistía en una tabla
cubierta con un mantelillo, que en muchos pueblos formaba parte de la
dote de la mujer y recibía el nombre de 'tovalla' de la 'salpassa'.
Sobre ella se ponía una imagen sagrada, un jarrón con flores, un plato
con el presente que se ofrecía al cura (generalmente huevos que luego
vendía a las panaderías del pueblo, aunque las casas más adineradas
también podían ofrecer dinero), una pareja de cirios encendidos, un
recipiente con agua y otro con sal. Al entrar en la casa, el cura
deseaba la paz, daba a besar la cruz que llevaba a los presentes y
bendecía la casa, el agua y la sal. Con el agua purificada se daba a
beber a los niños y a los animales y si sobraba las mujeres se la
guardaban en la mesita de noche para resignarse antes de dormir.
Dos tradiciones Celtas
Inauguración real:
Se reunía al pueblo y se hacía traer una yegua blanca. El rey electo - pues la realeza no es hereditaria - se presentaba ante la asamblea y anunciaba, sobre manos y rodillas, que era un animal, a continuación pretendía (¿) copular con la yegua, que era después sacrificada y cocida.
Cuando el guisado estaba a punto, el aspirante se introducía en el caldero, bebía su caldo y comía la carne, tras lo cual era proclamado rey. Este ritual, aún se practicaba en el Ulster en el S. XII.
Las tres muertes:
Este ritual consistía en aplacar la ira de tres dioses, Teutates, Esus y Taranis.
Al primero se le aplacaba mediante la cremación de las víctimas, al segundo, mediante la suspensión de las mismas de los árboles (ahorcamiento), y al tercero, a través del ahogamiento, introduciendo preferiblemente a las víctimas en un gran caldero, aunque cualquier medio acuático, servía para dicho fin.
Se reunía al pueblo y se hacía traer una yegua blanca. El rey electo - pues la realeza no es hereditaria - se presentaba ante la asamblea y anunciaba, sobre manos y rodillas, que era un animal, a continuación pretendía (¿) copular con la yegua, que era después sacrificada y cocida.
Cuando el guisado estaba a punto, el aspirante se introducía en el caldero, bebía su caldo y comía la carne, tras lo cual era proclamado rey. Este ritual, aún se practicaba en el Ulster en el S. XII.
Las tres muertes:
Este ritual consistía en aplacar la ira de tres dioses, Teutates, Esus y Taranis.
Al primero se le aplacaba mediante la cremación de las víctimas, al segundo, mediante la suspensión de las mismas de los árboles (ahorcamiento), y al tercero, a través del ahogamiento, introduciendo preferiblemente a las víctimas en un gran caldero, aunque cualquier medio acuático, servía para dicho fin.
Tradiciones celtas - cabezas cortadas
Empezare una sección dedicada a las tradiciones Celtas,ya que me encanta todo lo que tiene que ver con este pueblo.
Espero poder abarcar todos los temas.
En otro apartado intentaré explicar un poco la historia de este pueblo,principalmente la localizada en Galicia.
Espero que os guste!
CABEZAS CORTADAS COMO TROFEO
Era costumbre del pueblo Celta cortar la cabeza de los enemigos caídos en el combate.Los celtas creían
que el espíritu de un hombre reside en su cabeza, por lo cual la
posesión de ésta suponía la adquisición de la fuerza del guerrero
vencido; se colgaban del caballo del vencedor y una vez adecuadamente
momificadas, se exponían como un trofeo.
En algunas tribus, la iniciación de los jóvenes guerreros consistía en salir del poblado y volver con una cabeza humana.
En algunas tribus, la iniciación de los jóvenes guerreros consistía en salir del poblado y volver con una cabeza humana.
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