Accidente nuclear de Three Mile Island
La
central nuclear Three Mile Island (TMI) se compone de un reactor
nuclear de agua a presión y dos generadores de vapor con potencias
instaladas de 786 MW (reactor TMI-1) y 900 MW (TMI-2). El TMI-1 entró en
servicio el 19 de abril de 1974, y el TMI-2 lo hizo en diciembre de
1978, de manera que este grupo sólo llevaba 90 días funcionando cuando
se produjo el accidente. El reactor TMI-1 se mantuvo al margen del
accidente, ya que se trata de instalaciones independientes, y además el
TMI-1 estaba en "parada fría", por recarga de combustible. El reactor
siguió parado hasta octubre de 1985, por problemas técnicos, legales y
reguladores.
El
28 de marzo de 1979 a las 4:00 de la madrugada se produce un accidente
consecuencia de un fallo en el circuito secundario de la planta. Las
bombas primarias de alimentación del circuito secundario dejan de
funcionar a causa de una avería mecánica o eléctrica, esto impidió la
retirada de calor del sistema primario en los generadores de vapor. Se
apagaron automáticamente, primero la turbina y después el reactor. La
presión y la temperatura en el circuito primario (la sección nuclear de
la planta) empieza a aumentar inmediatamente, debido a que el circuito
secundario no puede sacar el calor residual del circuito primario. Para
evitar que esa presión llegase a ser excesiva, la válvula de descarga de
presión (situada en la tapa del presurizador) se abrió, esta válvula
debía cerrarse al disminuir la presión, aunque por un fallo no lo hizo.
Las señales que llegaban al operador no indicaron que la válvula seguía
abierta, aunque debía haberlo señalado. En consecuencia, la válvula con
el fallo causó que la presión continuara disminuyendo en el sistema.
Mientras
tanto, otro problema apareció en otra parte en la planta: el sistema
del agua de emergencia (reserva del sistema secundario) había sido
probado 42 horas antes del accidente. Como parte de la prueba, las
válvulas se cierran y abren de nuevo al final de la misma. Pero esta
vez, por un error administrativo o humano, la válvula no se dejó
abierta, lo que evitó que el sistema de emergencia funcionara. Ocho
minutos después del comienzo del accidente se descubre que la válvula
estaba cerrada. Cuando que se abrió, el sistema de agua de emergencia
comenzó a trabajar correctamente, permitiendo que el agua fría fluyera
por los generadores del vapor. A medida que la presión en el sistema
primario continúa disminuyendo, comenzaron a formarse huecos (zonas
donde el agua hierve, formándose burbujas de vapor) en varios lugares
del sistema con excepción del presurizador. Debido a estos huecos, el
agua del sistema fue redistribuida y el presurizador se llenó por
completo de agua. El instrumento que indica al operador la cantidad de
líquido refrigerante capaz de eliminar el calor indicó incorrectamente
que el sistema estaba lleno de agua. Así, el operador dejó de introducir
agua, sin saber que, debido a la válvula obturada el indicador puede, y
en este caso lo hizo, proporcionar una información falsa. Después de
casi ochenta minutos desde el momento de la subida lenta de temperatura,
las bombas del lazo primario comenzaron a vibrar por cavitación, debido
a que, en lugar de agua, lo que pasaba por ellas era vapor. Las bombas
se cerraron, y se creyó que la convección natural continuaría el
movimiento del agua. El vapor en el sistema bloqueó la circulación en el
lazo primario y, como el agua dejó de circular, se convirtió en grandes
cantidades de vapor.
Después
de unos 130 minutos desde el primer fallo, la parte superior del
reactor quedó al descubierto, y debido a la elevada temperatura, el
vapor reaccionó con el revestimiento de zirconio de las barras de
combustible, produciendo dióxido de zirconio e hidrógeno. El daño en el
revestimiento produjo la liberación de las pastillas de combustible en
el líquido refrigerante y la formación de más hidrógeno, que provocó una
pequeña explosión en el edificio de contención al ser liberado. A las 6
de la mañana se produjo el cambio de turno en el personal de la sala de
control. Al detectar el nuevo equipo las altas temperaturas que se
estaban midiendo en la tubería y depósitos posteriores a la válvula de
alivio, se procedió a cerrar una válvula auxiliar, cuando ya se habían
perdido por esa vía 120.000 litros de refrigerante del circuito
primario. 165 minutos después del comienzo del problema se activaron las
alarmas por radiación, cuando el agua contaminada alcanzó los
detectores. En ese momento los niveles de radiación en el líquido
refrigerante (agua) del primario eran unas 300 veces mayor que los
niveles esperados, y la central había sufrido ya una fuerte
contaminación. En la sala de control no se sabía aún que el nivel en el
circuito primario era bajo y que aproximadamente la mitad del núcleo
estaba sin refrigeración. Un grupo de trabajadores tomó lecturas
manuales de los termopares y obtuvo una muestra del agua del circuito
primario. A las siete horas comenzó a inyectarse agua nueva al circuito
primario y se abrió la válvula de reserva para reducir la presión. Tras
nueve horas estalló el hidrógeno del interior del reactor, pero la
explosión pasó inadvertida. A las dieciséis horas las bombas del
circuito primario se pusieron en marcha y la temperatura del núcleo
comenzó a bajar. Una gran parte del núcleo ya se había derretido o
vaporizado, y el sistema seguía siendo peligrosamente radiactivo.
Durante la siguiente semana el vapor y el hidrógeno fueron evacuados del
reactor pasando por el recombinador, resultando aún más polémico al
verterlos directamente a la atmósfera.
En el momento del accidente unas 25.000 personas residían en zonas a menos de
ocho kilómetros de la central. La
cantidad de emisión de gases radioactivos hacia la atmósfera varía
entre 2,5 y 15 millones de curios según las fuentes escogidas. La
industria pro nuclear sostiene que "estudios realizados sobre la
población demuestran que no hubo daños a las personas, ni inmediatos ni a
largo plazo". No obstante, Greenpeace
apoyada en otros estudios independientes sostiene que existió y existe
un aumento claro en los casos de cáncer y leucemia sobre la zona cercana
a la central.
Limpiar
el reactor después del accidente necesitó de un proyecto difícil que
duró más de 10 años. Comenzó en agosto de 1979 y no terminó oficialmente
hasta diciembre de 1993, con un coste total de cerca de 975 millones de
dólares. Entre 1985 y 1990 se eliminaron del sitio casi 100 toneladas
de combustible radiactivo.
Además,
el accidente redujo notablemente la confianza de la población en las
centrales nucleares, y fue para muchos un presagio de los peores temores
asociados a esta tecnología. El accidente de Three Mile Island fue
considerado el más grave de los accidentes nucleares civiles con
categoría 5 en la Escala INES, hasta el accidente nuclear de Chernóbil
en 1986 y el de la Central de Fukushima I en 2011, ambos obtuvieron la
categoría 7.
La
planta afectada, TMI-2, fue sometida a un largo y costoso proceso de
descontaminación, pero sigue requiriendo mantenimiento y gestión, en lo
que se conoce como "almacenamiento vigilado a largo plazo". La planta
del reactor TMI-1 sigue en operación y aunque su licencia expiraba en
2014 fue renovada hasta el 2034.
Fuente:
wikipedia.org
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