La Catástrofe de Chernóbil
En la tarde del viernes 25 de abril de
1986, la plantilla del reactor número 4 del complejo nuclear de Lenin,
ubicada en Ucrania, a 18km al Noroeste de la ciudad de Chernobyl, se
preparó para realizar un experimento para el día siguiente. El objetivo
era saber el tiempo que aguantarían las turbinas girando y produciendo
energía si se producía una caída del suministro eléctrico. La prueba
debería haberse realizado tres años antes, pero fueron posponiéndola
hasta la fecha de la catástrofe. Como parte de la preparación
desactivaron algunos sistemas de control críticos, incluyendo los
mecanismos de seguridad para la parada automática. A partir de la 1:00
de la madrugada del 26 de abril se produjo una caída del caudal de agua
de refrigeración y la potencia de la central comenzó a subir. A la 1:07
comienzan a oír ruidos extraños que provenían del reactor, pero hicieron
caso omiso y continuaron con la experiencia, los técnicos no querían
detener la reacción en cadena en el reactor para evitar un fenómeno
conocido como envenenamiento por xenón. A la 1:23, quisieron bajar de
nuevo las barras de control usando el botón de SCRAM de emergencia,
estas no respondieron debido a que posiblemente ya estaban deformadas
por el calor y las desconectaron para permitirles caer por gravedad. Se
oyeron fuertes ruidos y entonces se produjo una explosión causada por la
formación de una nube de hidrógeno dentro del núcleo, que hizo volar el
techo de 100 toneladas del reactor provocando un incendio en la planta.
Hubo una fusión del núcleo del reactor y luego una segunda explosión
que arrancó fragmentos del ardiente y altamente radiactivo núcleo de
combustible nuclear. La entrada de aire provocó la combustión de varias
toneladas de bloques aislantes de grafito que, cuando empieza a
quemarse, es casi imposible de detener.
Minutos después del accidente, todos los
bomberos militares asignados a la central ya estaban en camino y
preparados para controlar el desastre. Las llamas afectaban a varios
pisos del reactor 4 y se acercaban peligrosamente al edificio donde se
encontraba el reactor 3. El comportamiento heroico de los bomberos
durante las tres primeras horas del accidente evitó que el fuego se
extendiera al resto de la central.
La central queda prácticamente a
oscuras, los supervivientes de la explosión al salir al exterior
comienzan a sentir mareos y nauseas y ven como sus pieles han
oscurecido. Tras ser trasladados al hospital de Pripyat, muchos murieron
tras una larga agonía, otros tenían los órganos prácticamente
disueltos.
La explosión liberó una cantidad de
radioactividad al medioambiente 200 veces mayor que la desprendida
conjuntamente por las bombas atómicas lanzadas en 1945, por Estados
Unidos en la segunda guerra mundial, en las ciudades japonesas de
Hiroshima y Nagasaki. Un 25% de las emisiones de radioactividad, se
produjeron en las 24 horas siguientes a la explosión del reactor; el
resto fue emitido en el transcurso de los nueve días siguiente que duró
el intenso incendio declarado.
Los elementos que contaminaron Chernóbil
se componen de: Iodo 131; (131I) 8 días, Cesio 137 (137Cs) 30 años,
Estroncio 90 (90Sr) 90 años, Xenón 133 (133Xe) 6 siglos, Plutonio 239
(239Pu) 24.000 años.
Las evidencias iniciales de que un grave
escape de material radiactivo había ocurrido en Chernóbil no vinieron
de las autoridades soviéticas sino de Suecia, donde el 27 de abril se
encontraron partículas radiactivas en las ropas de los trabajadores de
la central nuclear de Forsmark (a unos 1.100 km de la central de
Chernóbil). Los investigadores suecos, después de determinar que no
había escapes en la central sueca, dedujeron que la radiactividad debía
provenir de la zona fronteriza entre Ucrania y Bielorrusia, dados los
vientos dominantes en aquellos días.
La nube, arrastrada por el viento,
afectó, además de la zona próxima a la central, miles de kilómetros;
contaminando grandes áreas de Bielorrusia, Ucrania, Rusia, amplias zonas
de Asia y la mayor parte de Europa. La nube radioactiva alcanzó España,
especialmente las comunidades autónomas de Cataluña y Baleares.
Más 800.000 personas, los llamados
"liquidadores", fueron los responsables de la extinción del fuego y
otras tares de urgencia en los días inmediatos al accidente. Estos
héroes a la fuerza, trabajaron casi sin protección y sin control de las
elevadas dosis de radiación a las cuales estaban expuestos. Se armaban
con un traje de plomo y que pesaba alrededor de los 40 kg, y una máscara
llamada morro de cerdo por las heridas que dejaba en la cara.
La misión era subir al techo del
reactor durante unos 40 segundos y echar los escombros al agujero de
donde emanaba la radiactividad, el gobierno les prometió una enorme
recompensa (multiplicada por 6), los hombres aceptaron encantados el
acuerdo, a muchos soldados se les ofrecía el terminar su carrera militar
a cambio de hacer esta faena. Muchos tuvieron efectos secundarios y
aproximadamente 100.000 liquidadores murieron.
Detalle
de la parte central de la medalla que se hizo circular entre los
Liquidadores. Representa una gota de sangre atravesada por las
radiaciones con los signos griegos de alfa, beta y gama.
El
monumento a las víctimas de la catástrofe de Chernobyl, una escultura
que representa a un hombre crucificado bajo un hongo radiactivo que lo
envuelve.
Según
datos oficiales, más de 400.000 personas se vieron forzadas a dejar sus
hogares. Otros muchos centenares de miles no han sido evacuados por
falta de presupuesto. En general, la evacuación se realizó de forma
ineficaz y con gran retraso. Así, la población al completo en un
perímetro de 30 Km. alrededor de la central, no fue evacuada hasta el 21
de mayo de 1986.
Sin
embargo, el peligro no ha pasado debido a que más de 100 toneladas de
combustible nuclear y una cantidad mayor de 400 kilos de un material
altamente radiactivo, como lo es el plutonio, continúan en el interior
de las ruinas de lo que fue un reactor nuclear.
Para
evitar la liberación de más radioactividad se tuvo que realizar una
construcción, apresurada y en condiciones difíciles, de acero y hormigón
de 50 metros de altura: el sarcófago. Actualmente dicha construcción
sufre una gran debilidad estructural, sin contar que se encuentra ya en
condiciones lamentables; deja escapar radioactividad de forma continua
por más de 200 m2 de grietas.
En la
actualidad, más de cinco millones de personas viven en zonas todavía
contaminadas con material radiactivo. Muchos de ellos sufren niveles
elevados de ansiedad, síntomas físicos muy diversos sin explicación
médica y una mala salud subjetiva en comparación con los habitantes de
zonas no expuestas. La desafortunada combinación de vivir en tierra
contaminada y el consumo de alimentos afectados por la radioactividad
está incrementando y agudizando los daños sobre la salud.
Además
de las víctimas mortales ya mencionadas y las malformaciones congénitas y
deformaciones que, como consecuencia de las mutaciones, están
apareciendo entre la población nacida después del accidente, los índices
de diversas enfermedades están aumentando en todo el área afectada.
Llevando a 380.000 la cifra de los niños afectados.
Pripyat, la ciudad envenenada
Fue
fundada el 4 de febrero de 1970 para dar hogar a los trabajadores de la
Central Nuclear y a sus familias. Debido a su estratégica posición
geográfica en un clima relativamente templado y un suelo muy fértil,
cerca de una estación de tren, una autopista y, por supuesto, el río
Prípiat la ciudad comenzó a desarrollarse, convirtiéndose en una de las
zonas más agradables para vivir de la antigua URSS.
Actualmente
no tiene ningún habitante, más que investigadores, científicos y
fuerzas de seguridad que custodian la zona de exclusión. La ciudad es
ahora un museo de la era soviética tardía, tiene muchos edificios de
apartamentos, dentro de los cuales se encuentran abandonadas
fotografías, juguetes de niños, ropa y otros objetos personales.
También hay restaurantes, plazas de juego, hospitales, escuelas y
gimnasios abandonados. Debido al inexistente mantenimiento de las
construcciones, dentro de ellas el moho, los hongos y las plantas han
crecido gracias a la humedad producida al derretirse la nieve de
invierno.
La ciudad quedó totalmente suspendida,
una muestra de ello es que aún se encuentran símbolos comunistas en los
panoramas, por ejemplo, en la casa de voto, todavía están las urnas y
los carteles que se mostrarían el 1 de mayo. Sobre el edificio de
gobierno, aún están los escudos de la URSS y de la República Socialista
Soviética de Ucrania; e incluso partes del himno de la URSS escritas en
un edificio.
Después
de la catástrofe algunas agencias de turismo intentaron organizar
viajes a la ciudad.El primer grupo turista habría pagado 1.200 hryvnia
(1 euro = 6,1251 hrn) por una excursión de 2 horas de duración y,
15minutos después, solo querían salir de aquel lugar inmerso en un
silencio escalofriante. Hay numerosos lugares estructuralmente inseguros
o con radiación intensa. Es menos peligroso permanecer al aire libre en
esta ciudad fantasma que dentro de las casas, donde se concentra la
radiación, por lo que los militares se han encargado de abrir puertas y
ventanas para reducir el riego a los visitantes.
Se
estima que la zona no será habitable hasta dentro de varios siglos por
las concentraciones de elementos radiactivos y la radiación no
desaparecerá de forma absoluta hasta dentro de 24 milenios (que es lo
que se cree que tarda el plutonio en extinguirse). Prácticamente,
cualquier persona puede entrar a la ciudad, pero es recomendable llevar
un dosímetro y no quedarse de noche debido a la presencia de animales
salvajes. Pese a esta situación, hay quienes han regresado a sus
antiguas casas y que, haciendo caso omiso de los peligros en la zona,
han vuelto a cultivar el suelo.
Existen sitios donde las personas no se
atreven a ir, como lo es el cementerio debido a que una gran parte del
grafito radioactivo del núcleo del reactor está enterrado allí. Es de
resaltar que es uno de los lugares más tóxicos de la Tierra.
Se trata de un documental español
presentado por Iker Jiménez que cuenta todos los detalles de la
catástrofe y aporta otros muchos datos interesantes.
Aunque personalmente prefiero el documental "La batalla de Chernobyl" dirigido por Thomas Jhonson y que explica mucho mejor lo que allí sucedió y no es tan sensacionalista como el primero. Dura unos 92 minutos aproximadamente .No lo he encontrado entero pero en youtube está en 7 partes. Aquí os dejo la primera:
"La batalla de Chernobyl"
Fuentes: Aunque personalmente prefiero el documental "La batalla de Chernobyl" dirigido por Thomas Jhonson y que explica mucho mejor lo que allí sucedió y no es tan sensacionalista como el primero. Dura unos 92 minutos aproximadamente .No lo he encontrado entero pero en youtube está en 7 partes. Aquí os dejo la primera:
"La batalla de Chernobyl"
monografias.com
wikipedia.org
wikipedia.org
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