La chica de la curva
En esta ocasión
quería hablar sobre la ya conocida leyenda urbana de “La chica de la curva”. A
pesar de ser un tema bastante frecuente, me he propuesto darle otro punto de
vista. Mi intención es hacer una selección de las zonas de España en las que
los testigos cuentan haber presenciado este supuesto espíritu que ha acabado
globalizándose y extendiéndose alrededor del mundo para construir la leyenda
urbana de advertencia más utilizada en la conducción. En primer lugar relataré
la historia y expondré algunos de los relatos en los que algunas personas han
sido protagonistas de casos semejantes al que ocurre en la leyenda urbana.
Aunque no se
sabe exactamente donde surgió esta historia por primera vez; algunas personas
afirman que en EE.UU., otras en España…la leyenda ha estado presente desde la
antigüedad hasta hoy en día. Puede encontrarse en varios lugares de Sudamérica,
EE.UU., Holanda y Sudáfrica, aparte de España. En todos estos lugares, aunque
la historia varíe un poco, los hechos se desarrollan de la misma forma:
Ilustracion de la chica de la curva. Santiago Seguiros. |
Un hombre se
encuentra conduciendo por la carretera a altas horas de la madrugada. En la
carretera hay niebla y no se puede ver demasiado bien lo que precede a los
focos del coche. Además, el hombre está cansado, lleva varias horas conduciendo
y está apunto de dormirse. Es justo en ese momento cuando presencia algo en la
carretera, conforme va avanzando consigue distinguir la figura de una mujer
vestida de blanco que destella una especie de luminosidad y se encuentra
haciendo autostop al margen de la vía. Vistas las circunstancias, el hombre
decide recoger a aquella mujer, y ésta se sienta en la parte trasera del coche.
El conductor, intrigado, le pregunta cómo se llama y qué es lo que hacía sola
en aquel lugar, pero la mujer que parece encontrarse en otro mundo no responde
a ninguna de las preguntas formuladas. De repente, la mujer emite un grito con
el que advierte de una curva próxima al lugar en el que se encuentran. El hombre,
asustado, reduce la velocidad y acto seguido se encuentra con una curva muy
prolongado con un nivel de peligrosidad extremadamente alto. Sobresaltado por
lo ocurrido, se gira para comprobar el estado de la mujer, pero un escalofrío
recorre su cuerpo al comprobar que la autostopista ha desaparecido.
Esta sería
básicamente la leyenda urbana, como decía antes, puede variar. En
algunos casos cuentan
que la mujer avisa al conductor y le explica que ella se mató allí,
después desaparece. En otros casos, la mujer aparece directamente dentro
del coche, en la parte trasera o en la del copiloto, también se
sustituye la
figura de la mujer y aparecen otros personajes como un hombre con
sombrero
vestido completamente de negro, una niña que cruza la carretera, o
incluso unos
ancianos. En el caso de los camioneros se cuenta que cuando están a
punto
de dormirse aparece un lobo negro que cruza la carretera y hace que
estos se
despierten, evitando una vez más un posible accidente. En las leyendas
antiguas
ocurre exactamente lo mismo, solo que esta vez, van en carruajes o
diligencias
y los caballos no se quieren mover.
Algunos de los
casos recogidos en Milenio 3. El libro
con testigos reales son los siguientes:
Caso 1: Curva de la Pólvora, Deba- Itziar
(Guipúzcoa). Lorenzo Abad, 1981.
“Ocurrió una
noche. Mi mujer y yo íbamos hacia Deba, cuando, pasando por las curvas que hay
en la carretera, una chica nos hizo autostop. Entonces, paramos para recogerla,
y al cabo de un par de curvas nos advirtió que tuviéramos cuidado con la
carretera, que se encontraba en malas condiciones, puesto que ella había tenido
un accidente en aquel sitio. Entonces miramos hacia atrás para ver el tráfico…
y no… nos dimos cuenta de que ya no estaba allí. Nos quedamos muy sorprendidos,
porque no habíamos parado el coche ni la puerta se había abierto. Ella no había
podido bajar. No sabíamos qué había ocurrido. ¿Una alucinación No lo sé… La
habíamos visto los dos…”.
Caso 2: Arroyo de la Luz - Casa de Cáceres
(Cáceres). José, taxista [s.a.] 3 personas más, 2002.
“La verdad es
que… sí… se ponen los pelos de punta al recordarlo. Lo recuerdo y recuerdo las
imágenes y parece que estoy en el mismo lugar… Esto ocurrió en una carretera
muy estrecha entre el pueblo de Arroyo de la Luz, a unos 20 kilómetros de
Cáceres, y Casar de Cáceres. Es una carretera muy estrecha. Ocurrió en
noviembre de 2002. Iba con el taxi y llevaba conmigo a tres chicos de unos 25
años. Estaba de tormenta y era una noche muy cerrada, con muchos relámpagos. En
un momento dado, vimos un resplandor blanco, y a medida que nos íbamos
acercando fuimos viendo lo que se diría que era…la…la…dama. Claro, al
reaccionar, con el susto, di un frenazo y en ese momento, sale de la curva un
Laguna a toda velocidad y pegando vueltas de campana…nosotros, parados, fuimos
corriendo a buscar al conductor, buscamos a la chica… y no vimos nada. Apareció
una ambulancia. Pero esa figura no apareció. Era una chica de unos 27 o 30
años, de una estatura… 1,70, con el pelo largo y castaño, muy oscuro, y el rostro
un poco pálido. Estaba como sentada en la cuneta. Eso nos impactó. Era
totalmente físico, no era una imaginación. Iba envuelta en una especie de
toalla con una camisa blanca. Pero se veía perfectamente, por eso frenamos. Yo
sí creo que aquello fue una especie de advertencia. Porque si no llegamos a
frenar, nos arrastra con él, con toda seguridad. He vuelto por allí…, pero
cuando paso por allí, paso con mucho respeto. Estábamos todos congelados. Allí
había una chica. ¿Dónde estaba? Había que buscarla. Los de la ambulancia y la
Guardia Civil también la buscaron, pero ella no apareció”.
La verdad es que
sorprende este tipo de casos en los que los testigos exponen con tanto detalle
los hechos ocurridos. La leyenda urbana de la chica de la curva es simplemente
eso, una leyenda urbana, algo general, pero los accidentes en las carreteras, y
más de este tipo, con las condiciones en las que ocurren, son una desafortunada
realidad. ¿Quién dice que el espíritu de alguna de estas personas no pueda
haberse impregnado en esta dimensión y decidido advertir de posibles accidentes
a modo de ángel guardián?
A continuación
cito algunos de los lugares en los que se comenta que ocurren este tipo de
fenómenos paranormales, todos ellos en España:
- La carretera Port de Albaida (al este), antigua
carretera que unía Muro de Alcoy con Albaida, hasta que en 2010 se prolongó la
autovía del mediterráneo A-7 que une Alicante con Valencia. Posiblemente esta
era una en la que más casos ocurrían.
-
Orihuela (Alicante), alguna carretera secundaría, no se
especifica exactamente cual.
-
Barracas - El toro (Valencia)
-
Las Cuevas de los Úbedas y curva de Terrones (Almería)
-
Curva de Garraf (Barcelona)
-
Torredembarra (Tarragona)
-
Ciudad Real - Daimiel
-
El Torbiscal - Guadalema (Sevilla)
-
Curva de la Muñeca (Almería)
-
Navacerrada y Puerto de la Cruz Verde (Madrid)
-
Manzanares (Ciudad Real)
-
Alto de San Antón (La Rioja)
-
Carbonero el Mayor - Turégano (Segovia)
-
Los Palacios - Utrera y Cuesta de la Doblas (Sevilla)
-
Tolox (Málaga)
-
Arjonilla - Marmolejo (Córdoba)
-
Mirabel, Curva del Castillo (Cáceres)
-
Vívero - Lugo
Debido
a la
curiosidad que me produjo este tema, y viendo que tenía al alcance una
de las
carreteras más famosas en las que cuentan que ocurren estos casos,
decidí junto
a unos amigos desplazarnos hasta aquel lugar para comprobar hasta donde
podía
llegar la imaginación que envuelve esta carretera, me refiero a la del
Port
d’Albaida. El pasado viernes día 22 de julio, subimos al coche en busca
de la
chica de la curva. Llegar allí fue un poco complicado, la carretera a
pesar de
que está indicada en señales, es difícil de encontrar, en varias
ocasiones el camino se divide en intersecciones y hay
que adivinar, o rectificar para llegar al lugar adecuado. Hay que tener
en
cuenta que el tramo de la carretera es paralelo a la autovía A-7
(Alicante-Valencia), esta referencia nos sirvió para orientarnos en
medio de la
oscuridad. Por otro lado, es recomendable saber que esta carretera se
halla en la
nacional 340 (N-340) y que actualmente ha quedado abandonada, el último
tramo de este recorrido fue cerrado con una reja y bloques de hormigón
debido a su mal estado. A pesar de
que no nos encontramos con nada procedente del más allá, o no tan
lejano, la
experiencia valió la pena, es una forma de relacionarse con el pasado de
aquel
lugar situado en un bonito paisaje. A continuación subo algunas de las
fotografías
tomadas esa noche:
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