Pripyat, la ciudad muerta
Fue
fundada el 4 de febrero de 1970 para dar hogar a los trabajadores de la
Central Nuclear y a sus familias. Debido a su estratégica posición
geográfica en un clima relativamente templado y un suelo muy fértil,
cerca de una estación de tren, una autopista y, por supuesto, el río
Prípiat la ciudad comenzó a desarrollarse, convirtiéndose en una de las
zonas más agradables para vivir de la antigua URSS.
Actualmente
no tiene ningún habitante, más que investigadores, científicos y
fuerzas de seguridad que custodian la zona de exclusión. La ciudad es
ahora un museo de la era soviética tardía, tiene muchos edificios de
apartamentos, dentro de los cuales se encuentran abandonadas
fotografías, juguetes de niños, ropa y otros objetos personales.
También hay restaurantes, plazas de juego, hospitales, escuelas y
gimnasios abandonados. Debido al inexistente mantenimiento de las
construcciones, dentro de ellas el moho, los hongos y las plantas han
crecido gracias a la humedad producida al derretirse la nieve de
invierno.
La
ciudad quedó totalmente suspendida, una muestra de ello es que aún se
encuentran símbolos comunistas en los panoramas, por ejemplo, en la
casa de voto, todavía están las urnas y los carteles que se mostrarían
el 1 de mayo. Sobre el edificio de gobierno, aún están los escudos de
la URSS y de la República Socialista Soviética de Ucrania; e incluso
partes del himno de la URSS escritas en un edificio.
Después
de la catástrofe algunas agencias de turismo intentaron organizar
viajes a la ciudad.El primer grupo turista habría pagado 1.200 hryvnia
(1 euro = 6,1251 hrn) por una excursión de 2 horas de duración y,
15minutos después, solo querían salir de aquel lugar inmerso en un
silencio escalofriante. Hay numerosos lugares estructuralmente inseguros
o con radiación intensa. Es menos peligroso permanecer al aire libre
en esta ciudad fantasma que dentro de las casas, donde se concentra la
radiación, por lo que los militares se han encargado de abrir puertas y
ventanas para reducir el riesgo a los visitantes.
Se
estima que la zona no será habitable hasta dentro de varios siglos por
las concentraciones de elementos radiactivos y la radiación no
desaparecerá de forma absoluta hasta dentro de 24 milenios (que es lo
que se cree que tarda el plutonio en extinguirse). Prácticamente,
cualquier persona puede entrar a la ciudad, pero es recomendable llevar
un dosímetro y no quedarse de noche debido a la presencia de animales
salvajes. Pese a esta situación, hay quienes han regresado a sus
antiguas casas y que, haciendo caso omiso de los peligros en la zona,
han vuelto a cultivar el suelo.
Existen sitios donde las personas no
se atreven a ir, como lo es el cementerio debido a que una gran parte
del grafito radioactivo del núcleo del reactor está enterrado allí. Es
de resaltar que es uno de los lugares más tóxicos de la Tierra.
Fuentes:
monografias.com
wikipedia.org
wikipedia.org
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