EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE
Muchas son las personas que han estado
clínicamente muertas durante unos minutos y han vuelto a la vida. Estas
experiencias han cambiado su vida para siempre. Son testimonios de
personas que nos enciende una luz sobre lo que existe más allá de esta
vida.
Casi todos los testimonios que existen
sobre las ECM hablan de un proceso perfectamente estructurado, que si
bien no se cumple al 100% en el mismo orden que aquí se presenta, ni
todos pasan por cada uno de los eslabones, todos viven varios de ellos.
Cuando los enfermos están a punto de
partir, escuchan un sonido desagradable que algunos defnen como un
zumbido o un crujido. Sienten como su espíritu sale rápidamente de su
cuerpo y comienza a elevarse hacia arriba. Una vez allí pueden observar
todo lo que ocurre en el lugar donde se encuentran. Si están en un
hospital, pueden verse tumbados en la camilla rodeados de médicos y
enfermeras, y escuchar lo que dicen con todo detalle. Se sienten
nerviosos, ansiosos y desconcertados. Tras un tiempo, recobran la calma y
se dan cuenta de que tienen un cuerpo pero de otra naturaleza:
Ingrávido, caluroso, con la posibilidad de traspasar objetos y
trasladarse de un lugar a otro de manera instantánea sólo con el hecho
de pensarlo. Algunos van más allá y no notan ningún tipo de cuerpo, se
sienten "consciencia". Además, todos dejan de tener los dolores físicos
que les acarreaba su cuerpo material.
Los sentidos de la vista y el oído
permanecen inalterados. En muchos casos, se les agudiza. Sin embargo no
pueden ser ni vistos ni escuchados lo que puede producirles una
sensación de soledad.
Más tarde aparece frente a ellos un
túnel estrecho y oscuro que termina en una luz fuerte y brillante. EL
paso por ese túnel hay quienes lo viven con temor; a otros, les invaden
la tranquilidad y el amor. Todavía dentro del túnel o bien una vez
llegado a la luz, muchos afirman ver a familiares o seres queridos que
ya partieron con anterioridad. Estos seres les reciben como si les
dieran la bienvenida. Su presencia les reconforta y calma.
Existen algunos casos estudiados donde
la persona que se encuentra en este proceso se encuentra con algún
familiar desencarnado cuya existencia ellos desconocían, y que después
de volver a la vida, es confirmado por sus parientes. Uno de los casos
más llamativos fue el de la muerte de un niño, que dijo haber visto en
ese túnel a otro más pequeño que decía ser su hermano. Al regresar a la
vida, sus padres le confirmaron que años antes, tuvieron otro hijo que
había fallecido.
En la luz, al final de túnel, se
encuentran con un ser brillante y luminoso por el que se sienten
profundamente atraídos. Según sus creencias, unos lo identifican como
Dios; otros, como Alá; etc. La presencia de este ser no les intimida, al
contrario, les trasmite paz y mucho amor. Una vez frente a él, este ser
les pregunta si está preparado para morir. Y comienzan a ver toda su
vida, en imágenes panorámicas. Algunos testimonios aseguran haber visto
su vida de manera cronológica a una velocidad de vértigo; otros afirman
que la vieron de manera simultánea. Esta visión de una vida entera,
parece contradecir el tiempo del mundo físico, en el que sólo ha pasado
unos instantes. A pesar de ello, cada imagen es vista con precisión
extrema y percibida junto con las emociones y sentimientos vividas en
ellas. La visión de sus vidas les sirve como una reflexión.
Aquel ser no juzga. Cada uno, viendo su
propia vida, es el que se da cuenta del bien y el mal que ha realizado
en el mundo físico. Es la propia persona quien se juzga a sí misma.
En un momento determinado aseguran
saber donde se encuentra la línea fronteriza en la que al cruzarla ya
no podrán volver atrás. Cada uno ve o siente la frontera de distinta
forma. Algunos la ven como una línea; otros, como una puerta; otros,
como un vallado; etc. En muchos casos se sienten tan plenamente llenos
de amor que no desean regresar al mundo; Otros, aunque no quieren
volver, sienten una obligada necesidad de hacerlo para cumplir
responsabilidades inacabadas, como es el caso de quien tiene hijos
pequeños.
La mayoría de ellos desconocen el motivo
de porqué regresan a la vida. Sienten como son absorbidos de nuevo por
un túnel que les vuelve al lugar donde estaban y entran en su cuerpo a
través de su cabeza. Su cuerpo, clínicamente muerto, vuelve a vivir.
Tras la experiencia, la mayor parte de
ellos deja de tener miedo a la muerte. Algunos, desarrollan facultades
psi; otros cambian su forma de vida, tras ver la paronamica de su vida y
reflexionar sobre ella, para centrarla en el amor a los demás y en la
ayuda.
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