La cara oculta de Sevilla
Cristos que se comunican con devotos,
apariciones en Iglesias, psicofonías grabadas en la casa de Dios… ¿Suena
bien verdad? ¿Y si te decimos que todo esto está recopilado en un
libro? Manuel García Bautista y Jordi Fernández escribieron la trilogía “Guía secreta de Sevilla”. En concreto, en esta entrada nos detenemos en su tercer volumen: ‘Ovnis y misterios en la Semana Santa de Sevilla’. Los otros dos son: ‘Esoterismo en la Catedral’ y ‘Casas encantadas y apariciones’. Por ello, os proponemos la siguiente ruta por la capital hispalense.
Una primera parada de nuestro recorrido en la capital hispalense es la Catedral (flecha azul).
Su protagonista es el Cardenal Cisneros. García Bautista narra en su
libro que el deseo del Cardenal era descansar eternamente en Sevilla.
Sin embargo, no fue así. Fue enterrado en Roma. Los vigilantes de
seguridad cuentan que se oye el caminar de unos zapatos, a la vez que
aparece una niebla densa en las estancias.
La siguiente parada nos lleva a la Plaza de San Pedro (flecha verde) donde se encuentra la Hermandad del Cristo de Burgos.
Allí, un día acudió un devoto para rezar y rogar porque un familiar que
se encontraba enfermo se curase. El Cristo alzó la cabeza y le dijo que
no temiera, que sus problemas se iban a solucionar. Espantado, el
sujeto salió de la Iglesia y, ya en casa, cierto fue que su familiar fue
recuperando la salud, milagrosamente según los médicos.
En la Ronda de Capuchinos (flecha negra) está situado el santuario de la Santísima Trinidad.
Cuenta García Bautista que allí se enterró a un clérigo. Ante los
ruidos que se escucharon, acudieron hasta el lugar de la sepultura. Cuál
es la sorpresa que apareció el cuerpo fuera de ella. Los restos se
volvieron a enterrar, pero al día siguiente se volvió a encontrar al
clérigo, de nuevo, desenterrado. Y ocurrió lo mismo en una tercera
ocasión. Tras ella, se decidió que no se volviera a enterrar dentro de
un lugar santo.
Seguimos con nuestra ruta por las Iglesias de Sevilla. La siguiente protagonista es la Iglesia de Los Negritos (flecha naranja) -ver fotografía de la izquierda-, donde
cómo ocurría en la Hermandad del Cristo de Burgos, un devoto fue capaz
de hablar con las imágenes. También en esta historia, los problemas se
solucionaron tras este diálogo. La historia parecida. Un sujeto rezando
de rodillas comenzó a hablar con el Cristo tras ponerse de rodillas.
En la Iglesia de San Roque, situada en la calle Recaredo (flecha roja) -ver fotografía inferior-,
un grupo de jóvenes consiguieron captar en su grabadora una serie de
psicofonías que decían “Marcharos de aquí”. Sorprendidos ante tal hecho
paranormal, deciden regresar al templo y repetir experiencia. Pusieron
la grabadora detrás de un jarrón. Pero, ¿qué ocurrió? El dispositivo
salió disparado y la cinta quedó totalmente desenrollada.
En la Iglesia de Santa Cruz —calle Guzmán el Bueno— (flecha morada)
un extraño hecho sucede cada diez años en Semana Santa. Bautista cuenta
que “cuando ya han entrado los nazarenos de la Hermandad de Santa Cruz,
los pasos están en sus ubicaciones, y entre los pocos hermanos que se
encuentran allí, siempre sorprende un nazareno. Capirote bajo el brazo, y
túnica puesta, se para a rezar delante de dos de los pasos. Cuando
acaba su oración, la estampa del devoto va desapareciendo poco a poco”.
Por último en esta ruta por las Iglesias hispalenses, García Bautista se detiene en la “Madrugá del pánico”. Aquella
noche pasó a la historia de la Semana
Santa de Sevilla. Se produjeron oleadas de pánico, de miedo, de terror
en diferentes puntos a horas dispares. “Aquellas estampidas de terror no
obedecían a nada, no había un motivo que lo justificara aparentemente.
Comenzó justamente en La Campana y luego se transmitió a diferentes
puntos de Sevilla: la calle San Eloy, la plaza del Salvador, la calle
Francos, la Gavidia…”
¿Qué pasó realmente? El libro cuenta que
hay muchas hipótesis. Unas dicen que un toro se había escapado de los
toriles de la Maestranza y otras que una persona con cuchillo en mano
iba atemorizando a los visitantes que aquellos días se encontraban en
Sevilla. También se habla de un posible sabotaje del sindicato de la
Policía Local e, incluso, un fallido atentado de ETA en la ciudad. Pero
sólo son hipótesis, no verdades contrastadas.
Otras historias que componen el libro
tienen que ver con lugares como Alcalá de Guadaira, La Ciudad Perdida de
Gandul, Osuna, Torre de Don Fadrique, Itálica, el Monasterio de San
Isidoro del Campo, las leyendas de las calles de Candilejo y Cabeza del
Rey Don Pedro, el reloj de la calle Sierpes, el Monumento a Becquer, la
Fuente de la Glorieta de San Diego, la Calle Hombre de Piedra, la Cruz
de las Culebras y lápida de Jesús de Sacromonte, la Cruz de la
Inquisición Caños de Carmona…
En cuanto a los OVNIS que nos podemos
encontrar en las páginas de este libro, resaltan los casos de
Aznalcollar, Aznalcázar, Rociana, Benacazón, Doñana u Olivares.
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