España, indiferente ante la tormenta solar del siglo
España desoye la preocupación
internacional por las consecuencias de la temida tormenta solar. Países
como Estados Unidos, Reino Unido o Francia preparan sus infraestructuras
y protocolos de acción para el ‘apagón tecnológico’ que califican de
“catrástrofe nacional”.
En 2010 la Administración Nacional
Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) en Colordo realizaba
el primer simulacro ante la tormenta solar. Los resultados fueron
descorazonadores: ningún continente estaba preparado para una tormenta
solar de gran magnitud. Esta provocaría cortes eléctricos y de
suministros en extensas zonas de EEUU y Europa.
La magnitud del problema reside en que la
sociedad actual se basa por completo en el suministro de electricidad y
energía. Sin estas, no se podrían abastecer las ciudades de agua,
gasolina, alimentos o medicinas. Esto provocaría el colapso de todos los
medios de transportes y un gran caos generalizado.
La amenaza es, por desgracia, más
inminente y real de lo que parece, ya que según informa el diario ABC,
la NASA y a las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos estiman en un 12%
las posibilidades de que se produzca un evento solar de gran magnitud en
los próximos siete años. El Reino Unido estima las posibilidades entre
un 5 y un 50% en los próximos cinco años.
España pasa
Ante estas advertencias, los diferentes
países empezaron a evaluar la magnitud del problema, elaborando un
simulacro para agilizar las maniobras en caso de que se produjera un
‘apagón tecnológico’ en el que España no participó. Nuestro país, a
diferencia de Estados Unidos, Francia, Holanda, Portugal, Alemania o
Reino Unido, ha desoído las advertencias y ha enterrado los informes que
alertan de la tormenta. España no ha designado ninguna comisión
parlamentaria para evaluar los daños pese a que la Asociación Española
de Protección Civil para Eventos Climáticos Severos la ha pedido sin
tregua, según ABC.
En todo el país, tan solo Protección
Civil de Extremadura ha elaborado un decálogo con medidas de actuación
ante la tormenta. Un esfuerzo aislado que resulta del todo insuficiente.
¿Cómo debería actuar?
En su lugar, el país debería realizar
campañas masivas de información para la población para que sepan como
actuar en caso de emergencia y cómo tomar una serie de medidas básicas
de abastecimiénto y precaución como contar con suficientes alimentos
para un mes, tener pastillas potabilizadoras en casa, contar con una
pequeña reserva de dinero en efectivo, agua embotellada y medicinas
básicas.
España debería contar con mapas de
estimación de impacto y dispositivos de emergencia a prueba de pulsos
electromagnéticos para posibles cortes prolongados en las
comunicaciones. Las centrales eléctricas han de prever una reserva de
combustible de varios meses y se deberían elaborar planes de acción ante
un posible corte prolongado de gas y electricidad.
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